miércoles, 29 de febrero de 2012

La historia contada en los versos de Upegui Benítez

*Artículo escrito para la Agencia de Noticias de la Universidad Eafit.

Sentada en sus piernas lo escuchaba atenta, mientras él le explicaba con paciencia como en la poesía de García Lorca, lo que está connotado se oye, por el mismo ritmo del lenguaje. La niña de sólo 6 o 7 años lo oía atónita mientas él, declamando, le enseñaba la música mágica que contenían las palabras. Ese es el recuerdo al que alude Lía Cristina Upegui, cuando lee a Lorca o a Rubén Darío. Cierra los ojos y recuerda el sonido de los caballos o el agua enfurecida que escuchaba a través de los versos que le recitaba su papá, Alberto Upegui Benítez.

Empezó a leer antes que a caminar y a escribir, antes de poder sustentarlo con cualquier título. Con apenas 19 años, Upegui Benítez fue nombrado director de la Biblioteca Municipal Santander, la cual entregó transformada y proyectada como uno de los centros culturales más importantes del país. Bibliotecario, periodista “honoris causa”, editor, jefe de redacción, crítico literario, libretista y director radial, traductor y educador, Alberto Upegui hizo parte del más selecto círculo de pensadores, que en aquél tiempo (Entre los años 40 y 70), dinamizaron la vida cultural de nuestro país. Su pasión fundamental era saber y su idilio se tejía a través de los libros y la lengua, que en cientos de columnas, crónica, artículos de opinión en periódicos locales y nacionales, múltiples prólogos y comentarios, criticó y analizó austera y rigurosamente.

Era la generación de Generación, suplemento del periódico El Colombiano en la que jóvenes artistas e intelectuales de Colombia marcaron un hito en la historia cultural del país. Personajes entre los cuales se encontraban, Carlos Castro Saavedra, Rodrigo Arenas Betancur, Manuel Mejía Vallejo y Alberto Upegui Benítez, éste último, reconocido por los reportajes de gran interés y rareza que tantas veces escribió para la prensa.

“En una ocasión en primera página, salió publicado el anuncio fúnebre anunciando la muerte de mi papá. Al ser un intelectual conocido, la noticia causo revuelo.” Cuenta Lía entre risas. Cuando todos se preguntaban al respecto, el medio aclaró que Upegui no estaba muerto, pero que pronto lo estaría pues lo habían enviado a hacer una crónica al Amazonas y que eran pocos las posibilidades que tenía de salir vivo de la selva. Upegui Benítez en sus crónicas, escribía despidiéndose, mientras narraba los peligros a los que se estaba enfrentando: Caníbales, animales salvajes y amenazas del medio, que contaba con audacia y una alta dosis de humor. “Que un periódico hubiera tanto espacio para reír… Nos sitúa en otro mundo muy distinto a éste” recuerda Lía.

Entrada al pasado

Recortes de prensa de los artículos periodísticos de Alberto Upegui, sus columnas, crónicas, textos originales, libretos para radio, escritos mecanografiados, números de revistas que el dirigió o fundó como Gente, Occidente, Revista Antioquia, etc. Traducciones de obras extranjeras y sus libros en primera edición “Guayaquil, una ciudad dentro de otra” y “Los anteojos y el lápiz” hacen parte de la colección que Lía Upegui donó a la Sala de Patrimonio Documental de la Universidad Eafit “Se lo regalé a Eafit porque creo que lo van a cuidar y que hay muchos que lo pueden aprovechar. Mi papá se preocupó siempre por elevar el nivel cultural de los ciudadanos, así que eso sería lo mínimo que podría hacer por él. Quizá es lo que más hubiera querido”.

Maria Isabel Duarte, historiadora, cuenta que en la Sala Patrimonial, que ella dirige, se puede encontrar material bibliográfico, hemerográfico y archivístico con características especiales. Colecciones como la de Alberto Upegui, que tengan gran valor histórico, artístico y cultural por su contenido, encuadernación, ilustración, tamaño, antigüedad, rareza y calidad física pueden encontrarse en la sala. Antioquia, Colombia y el mundo se reúnen en éste espacio, con obras publicadas desde el siglo XVI hasta el XXI. Las nuevas colecciones que llegan, son recibidas por Maria Isabel quién considera que “Una fuente que se recupere es una ventana más que se abre a la investigación”. Y es que la diversidad de los temas de las colecciones, permiten fundamentar el pasado, el presente y el futuro mediante la investigación de nuevas fuentes de conocimiento y memoria de la humanidad.

“Queremos que los estudiantes de la universidad Eafit vengan, consulten, investiguen y hagan sus trabajos de semestre. Nosotros les facilitamos todo el material y les damos un entrenamiento para el buen trato de los documentos pues son muy frágiles” dice Maria Isabel y finaliza expresando que los estudiantes deben darse cuenta de lo especial que es el patrimonio y de lo dinámico y asequible que es en Eafit. El programa se ha ido consolidando y a través de proyectos como la Biblioteca Digital Patrimonial, siguen con su trabajo que todavía tiene mucha historia por hacer.

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