domingo, 4 de marzo de 2012

Perfiles

Lucrecia Dalt

“Una travesía musical”



Lucrecia Pérez es una Pereirana radicada en Barcelona, cuya pasión es la música, al igual que la de muchos otros artistas que han pasado por éstas páginas.


Viviendo en Medellín y recién graduada como Ingeniera Civil de la Escuela de Ingenieros de Antioquia, tomó la decisión de hacer lo que siempre había querido: producir su propia música. Y no es fácil tomar una decisión como esa, menos cuando lo que haces en la vida es tan diferente a lo que sueñas. Pero las puertas se le fueron abriendo, mostrándole que las oportunidades están al alcance de todos, la diferencia radica en quiénes saben tomarlas.


Un día cualquiera, Lucrecia Pérez se convirtió en Lucrecia Dalt, productora de música electrónica experimental que crea todo su trabajo desde la sala de su casa. El escuchar su música es una experiencia que logra transportarnos a un espacio que ambientado por su música, que nos cautiva y con la que logra transmitirnos la sensibilidad que tiene como artista.


Su sonido nos atrapa. Autodidacta en el estudio del sonido, de software e instrumentos, pone capa tras capa de guitarras, bajo, voces, efectos, beats y con sonoridades que extrae de cualquier cosa, logra unas texturas que el público saborea durante sus conciertos. Sus influencias vienen de géneros como el Rock y la Electrónica y de artistas como PJ Harvey, quién afirma, ha sido una de las artistas que más la guiado en su música y puesta en escena.


Todo ésto ha hecho que Lucrecia tenga un estilo peculiar, tal vez ese mismo que la llevo a crear su joven pero propio sello, “Pruna Recordings”. Grabo, produjo y mezcló todo sola, logrando en el 2009 tener en sus brazos a su primer hijo, “Congost” Albúm que produjo con todo el difícil trabajo que con lleva y con tan sólo unas pocas colaboraciones.


Ha tenido como escenario desde pequeñas galerías en Europa hasta grandes carpas en festivales como el Sónar, y en Londres hizo parte de la Redbull Music Academy, experiencias que le han dado un reconocimiento en el medio. En sus concierto en vivo se encuentra siempre sobre un escenario, acompañada de todos su gadgets que sabe manejar perfectamente. Su voz sirve de eje para que todo tenga sentido y acompañada de instrumentos de cuerdas, beats, una aplicación móvil y pedaleras, crea atmósferas íntimas entre ella y quiénes hemos tenido el placer de escucharla.


Lucrecia Dalt, en medio de aquella España curiosa y generadora de nuevos enigmas, es un fenómeno totalmente independiente y único siendo Colombiana. Los recuerdos más importantes de su vida, tienen sus raíces en éste país, su acento inevitablemente paisa no ha sido un límite para que su trabajo logré internacionalización y la acogida del público y medio electrónico. Esto y muchas otras cosas, la convierten en una embajadora musical de Colombia ante el mundo.



___________________________________________________



VICTOR AGUDELO




Victor Hugo Agudelo nació el 16 de julio de 1979 en Medellín. A pesar de que había estudiado piano desde los 10 años, primero en el Colombo Venezolano y luego en el Colegio de Música, en un principio no creyó que la música sería su profesión, pero empezando a estudiar Publicidad, descubrió que prefería pasar horas al frente de un piano, componiendo, que frente a la pantalla de un computador. Fue así como en 1998 con el apoyo de su familia, decidió empezar a estudiar Música con énfasis en Composición en la Universidad EAFIT, institución que tan sólo un año antes había abierto ese programa. Allí estudió con los maestros Andrés Posada, Sergio Mesa y Moisés Beltrán. También realizó estudios de piano con la maestra Lise Frank y estudios de dirección con la maestra Cecilia Espinosa. En los años 2000 y 2001 fue ganador de los concursos de composición realizados en el Departamento de Música de EAFIT y por su alto rendimiento académico, obtuvo una beca para continuar sus estudios de postgrado en la misma universidad, después de haber obtenido en junio de 2003 su título como compositor.


En enero de 2004, Agudelo tomó una decisión que cambió su vida radicalmente. Gracias a una beca como profesor asistente de materias teóricas y composición, viajó a Memphis, Estados Unidos a continuar sus estudios de postgrado en composición con los maestros Kamran Ince y John Baur, y de dirección de orquesta como énfasis secundario con los maestros Pu-Qi Jiang y Craig Williams en la Universidad de Memphis. En USA, creció como músico y afrontó la soledad de una vida en otro país, lejos de su familia durante cinco años, buscando saber que estaba pasando en el mundo, para reinterpretarlo y ponerlo en su propia música.


Los reconocimientos continuaron, en 2005 recibió el “Smit Composition Award” otorgado por la Universidad de Memphis. En mayo de 2007, Victor viajó al conservatorio de Shangai-China como director asistente y pianista de Orquesta Sinfónica de la Universidad de Memphis, donde además, interpretó alguna de su música de cámara y arreglos para piano y otros instrumentos. En el 2008, terminó su doctorado en composición, teoría y dirección en la Universidad de Memphis.


Su música ha sido interpretada en Colombia, USA, China, Bélgica, Alemania, Australia, Suecia, Chile, Argentina, Hungría, Cuba y Japón.

Ha sido compositor y arreglista de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, Orquesta Sinfónica de La Habana– Cuba, Orquesta Sinfónica Universidad EAFIT, Banda Sinfónica Universidad de Antioquia, Orquesta Sinfónica Juvenil de Antioquia, The University of Memphis Symphony Orchestra, Montecino Piano Trío, Prizm Ensemble, Ensamble de percusión El Toque y de la Corporación Canto Alegre entre otros proyectos.


En el 2009, Victor recibió el premio Morton Gould Young Composer, otorgado por la ASCAP Foundation, en New York. El premio lo recibió por su obra “Prisma Continental” que realizó como tesis de su doctorado y que él considera, la más importante en su carrera musical. Sobre su obra, que presentó el pasado 16 de noviembre en la Universidad EAFIT, Victor explica el interesante proceso de investigación que realizó para llegar a ese resultado. “Prisma Continental es una recreación de la música étnica del mundo que he escuchado durante varios años, construida bajo parámetros serialistas pero con un punto de vista tonal- modal. Ésta obra, me dio elementos para poner en instrumentos clásicos occidentales, sonoridades que están presentes en esas músicas de una forma intuitiva. La investigación que realicé me ha servido como un glosario de sonidos para otras obras, una investigación de colores en la música, que no conocía y que tuve en ese momento”


Ser Compositor Colombiano


Entre los músicos, tal vez el compositor es quién más trabajo realiza, y a diferencia del resto, su nombre muchas veces queda al final de los créditos. Su cara no es reconocida cuando salen a la calle y difícilmente les pedirán un autógrafo. Pero, ¿Qué hace que el trabajo de un compositor sea valioso? ¿qué los convierte en un ente indispensable para el desarrollo de la música?

Su música hace historia. Sus composiciones nos hablan de diferentes contextos musicales, de la vida, de sentimientos, de política, de religión, de guerra e incluso de trivialidades. Hacen parte primordial del cúmulo cultural e histórico de una sociedad y por desapercibidos que puedan pasar, su música, sin duda no lo es.


Colombia es un país que no produce muchos compositores, apenas ahora, sus nombres están empezando a ser reconocidos en los circuitos mundiales de música, lo que hace de ser un compositor en Colombia una tarea difícil. De los más grandes obstáculos que se ha encontrado Victor en su carrera musical, ha sido el tener que romper con el tabú de que “un compositor Colombiano, debe componer utilizando elementos de la música tradicional Colombiana”.


Primero con su maestro Andrés Posada y luego con sus maestros en Memphis, trabajó en la forma de abordar estos géneros colombianos, sin que fueran tan evidentes y para que surgieran de una forma más intuitiva, espontánea y honesta, éste último, principio del que parte Victor para componer siempre. Busca componer piezas que lo representen y resistir con fortaleza las críticas por no hacer lo que la mayoría. “Si uno hace las cosas a conciencia y sinceramente, hay que estar tranquilo con el resultado” afirma. Es eso lo que ahora le enseña a sus alumnos en EAFIT, donde ya lleva un año dictando las cátedras de Composición y Teoría.


“El compositor moderno realiza sus obras con base en la verdad.” (Claudio Monteverdi, “Quinto Libro de Madrigales” 1605, Prefacio).


_________________________________________________



Juan David Osorio

“Serenato”




Hace 25 años, en una familia de músicos, nació Juan David Osorio, compositor de la Universidad EAFIT que a pesar de su corta edad, ya ha compuesto obras destacadas en su medio y entre sus recuerdos, ya tiene maravillosas historias que sin duda podrá contarle, o cantarle algún día a sus hijos.


Su apodo “Serenato” se lo ganó debido a que siempre ha dadi serenatas con un grupo del que también hace parte su papá, aunque, como afirma “el negocio de las serenatas ha decaído mucho” dice mientras algo de nostalgia se le escapa.


Es obvio entonces que en muchas de sus composiciones se pueda escuchar la clara influencia del folclor colombiano, aunque estudiando música, y después de dudar mucho si cambiarse de énfasis, comprendió que “la composición es un camino muy amplio, en el que se pueden relacionar todos los elementos” y así lo ha venido haciendo hasta ahora.


En el 2009 culminó sus estudios de Composición Musical en la Universidad EAFIT con el maestro Andrés Posada. Además, tiene estudios de Dirección con la Maestra Cecilia Espinosa y de canto lírico con los profesores Joaquín Zapata, Ana María Escobar y Sandra Lorena Caicedo.


Cómo compositor de cámara, coral y orquestal, arreglista, cantante, guitarrista y requintista; es también docente en la Fundación Universitaria Bellas Artes, donde junto con Juan David Manco, otro compositor de EAFIT y con quién presentó su recital de grado, están buscando crear una escuela donde implantar la semilla de la composición y de la música del Siglo XX. Osorio está convencido que la docencia es una forma de reaprender muchas cosas que sólo transmitiéndose logran digerirse, así que está aprovechando su etapa como docente para prepararse para una maestría que sueña hacer en el exterior.


Su música está influenciada por compositores como Stravinsky, Bartok, Kancheli, Britten, Arvo Part, Messiaen, Ginastera y se ha dejado influir también por la música andina y del pacífico colombiano.


Dos de los momentos musicales más importantes que ha vivido, y que todavía hacen que se le erice la piel, fueron el estreno de su composición “Misa típica colombiana” que realizó para el coro Tonos Humanos, y que presentaron en una abadía de monjes benedictinos en Munich, Alemania; y el estreno en el 2007 de “La chapolera” Una obertura en tres movimientos que le comisionó la Filarmónica de Bogotá y que dirigió el maestro Andrés Orozco, quién ya conocía a Osorio porque en el 2006 le comisionó un "Concierto para Violín y Orquesta”, obra que fue estrenada en la clausura del "Primer Festival de Música Clásica Colombiana” de ese año.


“Serenato” integró desde el 2003 hasta el 2009 el coro TONOS HUMANOS dirigido por la Maestra Cecilia Espinosa, con el cual obtuvo el primer puesto y máximo galardón, en el 16º Festival Internacional de Coros celebrado en la isla de Malta en el 2004. Y desde el 2006, integra el coro de cámara ARCADIA, también dirigido por la maestra Espinosa, con el cual se ha presentado en Venezuela, Estados Unidos y Canadá.


Actualmente hace parte de un grupo de investigación que dirige el maestro Gustavo Yepes y de un Taller de composición, el primero en Medellín, que también integran Victor Agudelo y Juan David Manco y que dirige el maestro Andrés Posada, quiénes se reunieron en el 2009 con el fin de investigar, hacer grandes composiciones juntos, y de trabajar interdisciplinariamente con otras artes, como por ejemplo, con la danza, disciplina con la que ya han dialogado en “La casa de Bernarda Alba” y “La Gaitana” proyectos en los que trabajaron de la mano del coreógrafo Peter Palacio.


Uno de los objetivos que tiene Juan David haciendo parte de éstos grupos, es abrir espacios que le permitan al compositor presentar sus ideas y darse a conocer en un público que no tiene la cultura de escuchar y disfrutar la música contemporánea. Para muchos, la música contemporánea es incomprensible, ya que según muchos, es necesario tener unos conocimientos previos, “Cuando se hace referencia a ésta etapa musical se alude a muchas estéticas, rompimientos, búsquedas, desprendimiento de lo común, habla de muchas cosas que no son sencillas de entender si no se tiene la suficiente cercanía” afirma. Pero también opina que un compositor debe tener un balance, no ser complaciente, componiendo sólo lo que la gente quiere oír, pero “Siempre se debe ser sensato con uno mismo, con la búsqueda que se hace y con la música que se compone y en la medida de que se sea sensato, la gente va a recibir ese mensaje” dice Osorio, “Ensimismarse es perjudicial porque como artista siempre quieres transmitirle algo a otras personas”.


Sus múltiples viajes con los coros de los que hace parte, la presentación de sus obras en Estados Unidos, Viena, Chile y Venezuela y los reconocimientos que ha obtenido, bastantes para su corta carrera musical, han hecho que Juan David pueda entender que todavía le queda mucho por conocer y explorar y que éstos no son más que sus primeros pinitos en una carrera musical que le promete grandes cosas.


0 comentarios: